Algunos de los objetos más sucios de tu casa son los que tocas a diario. Las perillas de las puertas, las manijas de los grifos y, sí, tus queridos controles remotos. No esperes a contagiar enfermedades en casa para limpiarlos. Tómate unos minutos y sigue estos consejos para limpiar la clave de tu disfrute televisivo ahora mismo.
Limpieza preliminar
Quita las migas y otros objetos grandes antes de limpiar el control remoto del televisor; de lo contrario, se pegarán aún más. Simplemente quita las pilas y, con un cepillo de dientes viejo, cepilla todos los botones, asegurándote de llegar entre las teclas y el plástico duro.
Límpialo
Ahora, prepara una mezcla de alcohol isopropílico y agua al 50%. Sumerge un hisopo en la solución y escurre el exceso. Usa el hisopo para limpiar todas las grietas. Repite el proceso de sumergirlo en el líquido y escurrirlo según sea necesario.
Ahora vas a limpiarlo todo, incluyendo las teclas. Sumerge un paño de microfibra en la mezcla y escurre el exceso de líquido. La microfibra funciona mejor que el papel higiénico, ya que no deja pelusa. Estos paños también pueden recoger los restos de algodón de la limpieza anterior.
Asegúrese de que el control remoto se seque completamente antes de cambiar las pilas e intentar usarlo de nuevo. Si entra líquido y lo vuelve a encender, podría provocar un cortocircuito y causar daños importantes.